El ser humano es capaz de sentir que algo está más caliente o más frío, pero cuánto es algo subjetivo. Además no es fiable y con un rango limitado.
Para conseguir la objetividad, hay que basarse en qué sucede cuando se ponen en contacto dos cuerpos a través de una pared diatérmica. Esto implica aplicar el principio cero.
Según el principio cero cada estado de A que se halle también estará en equilibrio térmico con todos los demás que se encuentren, ya que todos ellos están en equilibrio térmico con el mismo estado constante de B.
La línea (curva) que une todos los puntos que representan estados en equilibrio térmico entre sí se llama isoterma.
Puede repetirse la misma experiencia con B respecto a un estado fijo de los anteriores de A.
Las curvas de ambos sistemas pueden diferir en su forma.
Entonces, todos los estados de las isotermas A y B están en equilibrio térmico. Se denominan isotermas correspondientes.
La propiedad común a todos estos estados es la temperatura. Es la propiedad que dice si un sistema se encuentra en equilibrio térmico con otros sistemas.
En cada sistema se tendrán un conjunto de isotermas, las cuales, cada una, tendrán su isoterma correspondiente en el otro.